lunes, 18 de mayo de 2009

Años después… (segunda parte)

Vaya, que formas tan raras de suceder las cosas, apenas publiqué la entrada anterior, y me volví a olvidar completamente de este blog… bah, no es tan grave, no es como que alguien lea esto, pero como hay que seguir lo que uno se propone…

Continuando la aventura desde los últimos posts hasta estas fechas, pues les comentaba que nació un proyecto nuevo, y es que a mediados de octubre del 2008 fue el inicio de una serie de reuniones, de mucha lectura y mucha discusión, de conocer un poco acerca de todo lo que nuestros vecinos del norte han logrado en materia de gobiernos, hasta que ya entrando al 2009 se concretó en algo tangible, y hasta la fecha seguimos dando lata al respecto, y muy pronto vendrán cosas mas buenas, pero eso ya será otra historia, total que quienes están involucrados saben perfectamente de lo que estoy escribiendo, y algunos que no puede que se den una idea.

Realmente pasando octubre, no hubo mucho que se pudiera considerar trascendente en lo que quedó del 2008, y es que se hizo la entrega de uniformes de invierno en la Planta Ford, con otras entregas mas en noviembre, y las mediciones de tallas y elaboración del presupuesto RH 2009 en diciembre, así como la organización del almacén, después, unas grandiosas vacaciones, ya que desde semana santa anterior no tenía, y si consideramos lo que se trabajó para Formulación y evaluación de proyectos en esas, tampoco se pueden considerar vacaciones, por lo que fue tiempo de disfrutar a la familia y pasarlo bien con los seres queridos, y así empezó, pero pasando navidad, y mi cumpleaños, y acercándose el final del año, falleció un tío muy querido, por lo que provocó que estas fechas se tornaran un poco sombrías.

Una vez pasado eso, el año cambió, y con el, un sin fin de nuevos proyectos, la elaboración del reporte técnico de las residencias, y la culminación de la parte formal de mi educación, habiendo adquirido los créditos suficientes para obtener mi nivel de pasante, y teniendo la documentación lista para tramitar mi título profesional, solo faltaba pagar.

Antes de poder tramitar el título, se atravesó la fase nacional del concurso de creatividad, y pues ahí vamos todos desde Hermosillo Sonora, hasta Boca del Rio, Veracruz en autobús (rayos) con nada mas y nada menos que 2 días de viaje, comidas en tal o cual lugar, la sensación de suciedad por no poder llegar a bañarnos a mitad del viaje, dormir en el camión, hasta que lunes 9 de febrero, tras un sábado y domingo trepado en el camión y a eso de las 4 de la madrugada, el arribo hasta nuestro hotel, donde nos hospedaríamos hasta el viernes 13 (y vaya fecha que fue esa), para vivir en el stand del concurso, recorrer la plaza Américas y otras actividades mas que hay que hacer en Veracruz, como correr como locos por una calle sumamente transitada en la cual no hay banqueta para llegar a un oxxo o alguna tienda similar, casi casi subiéndonos a la barda para evitar ser atropellados, hasta adquirir lo que cenaríamos ese día, y regresar por una calle que vimos en el camino de regreso y la cual nos llevó hasta la parte posterior del hotel, y que de haber sabido con anterioridad, habríamos tomado, pero eso ya fue cosa del pasado.

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Fue una excelente semana, donde nos demostraron como la ignorancia de unos jueces pueden aguarle la fiesta hasta al proyecto más preparado, y como una empacadora de alfalfa sumamente impráctica te puede arrebatar la victoria de forma cruel, pero eso no tiene importancia, ya que el haber competido y llegado hasta ahí, es lo que cuenta, y es la sensación de realización que uno debe atesorar, una vez curadas nuestras heridas nos subimos al camión para ir a comer con toda la delegación, guiados por un “guía” de turistas de reputación cuestionable, que nos llevó a un restaurant de mariscos de dudosa calidad, donde para engancharnos nos dijeron que en el restaurant de enfrente no nos iban a atender tan rápido, y vaya sorpresa, que donde no nos atendieron ni rápido, ni nos dieron buena comida fue ahí mismo, restaurant el cual la comida tenía unos costos sumamente elevados y un menú engañoso, con platillos aparentemente sabrosos que al convertirse en realidad se transformaban en toda una pesadilla culinaria, políticas de satisfacción poco veraces, etc. creo que no será muy sorprendente que  no salí precisamente satisfecho de tal restaurant, y vi con envidia a los que inteligentemente habían decidido comer con la competencia de enfrente, donde la comida fue rápida, buena y a precio justo, cabe mencionar que poco me habría importado desembolsar un poco mas con tal de comer algo sabroso, pero no vale la pena lamentarse después, en fin, una vez que subimos de nuevo al autobús, el chofer ya nos quería traer de regreso hasta Hermosillo, siendo que algunos de los pasajeros teníamos boletos de avión para el día siguiente, por lo que tuvimos que pedirle regresara a Boca del Rio, para poder tomar el transporte urbano hasta el hotel donde pernoctaríamos, para poder dejar el equipaje que llevábamos encima, y poder recorrer el hermoso puerto de Veracruz, caminar por el malecón, donde un impresionante crucero se había estacionado, y ver la carga de los vehículos Volkswagen que se ingresaban al navío que los transportaría hasta su destino, cenamos en el café de los portales, y dimos un grandioso recorrido por las calles, comimos nieve del Güero Güero, famosa por allá, y compramos recuerdos y demás cosas, hasta regresar al hotel, cansados pero contentos, con los planes listos para la mañana del sábado 14 de febrero, antes de abordar nuestro vuelo que nos regresaría hasta nuestra ciudad.

El sábado ese, desayunamos en un famoso café de Veracruz, compramos otras cosas mas, y nos dirigimos de regreso al hotel, donde nos esperaba un transporte que nos llevaría al aeropuerto, en donde iniciamos nuestro regreso, primero, en un vuelo de 40 minutos, en un diminuto avión Aeroméxico connect, el cual llevaba un máximo de 50 pasajeros, hasta la terminal 2 del Aeropuerto Benito Juárez en la Ciudad de México, en donde esperaríamos en la nueva y espaciosa terminal 2 la conexión con el vuelo a Hermosillo, por cierto reencontrándonos con uno de nuestros compañeros, que había iniciado su viaje en un avión de otra línea, pero que se acoplaría con nuestro viaje final, hasta que llegó el momento de salir de México, y pasar las siguientes 2 horas y media en el avión, hasta nuestra llegada a Hermosillo, donde nuestros parientes y amigos nos esperaban con paciencia, y de esta forma, un día completo antes de la llegada de aquellos compañeros que venían en autobús, culminamos nuestro viaje de Creatividad, listos para seguir con la rutina que habíamos establecido previa al viaje.

Los meses que siguieron de ese viaje, solo han constado de arduo trabajo, y un sin fin de horas de esfuerzo y dedicación, que próximamente rendirán los frutos esperados, y podremos ver nuestra obra con el orgullo de un padre que ve a su hijo crecer y convertirse en alguien de provecho.

Sin mas que poder contar y habiendo dedicado ya un buen tiempo para actualizar este blog, puedo decir que espero poder tener algo mas interesante que escribir aquí, y de preferencia, que sea muy pronto.

Saludos!!!

viernes, 1 de mayo de 2009

Años después…

Vaya… parece que esto esta un tanto descuidado…

Bueno, como hace año y cacho que no actualizo el blog, vale mas decir que es lo que ha pasado de aquel entonces hasta este día.

Lo primero que pasó, es que 10 días después de mi anterior entrada, choqué el carro de mis padres (ouch), afortunadamente nadie salió herido, lamentablemente no pude decir lo mismo del carro, pero gracias a las fabulosas pólizas de seguro, y de que realmente no tenemos historial de choques, el carro tardo únicamente 2 semanas en ser arreglado, claro, tras pagar un módico deducible, y, en búsqueda de remediar tal error, decidí hacer una tradicional forma de colecta de fondos muy conocida entre los compañeros de la carrera… una “hamburguesada”.

Justo después de que salió el carro del taller, invertí mis ahorros, mas un pequeño préstamo de parte de mi hermano, en comprar suficientes carnes, quesos, jitomates, sodas, cebollas, lechugas, panes, platos, papas, mantequilla, y cualquier otra cosa que no recuerde ahora, para unas 100 hamburguesas. Estaba preparado, teníamos centro de operaciones (Alexa’s House) y tenía el apoyo de mis amigos y familia (Thanks guys!) por lo que el domingo 2 de marzo, habiendo apalabrado gran cantidad de hamburguesas entre conocidos y parientes, nos dispusimos a llenar el patio de Alexa con una línea de producción de hamburguesas (Henry Ford habría estado orgulloso de nosotros), para comenzar con la repartición, en lo que se seguía cocinando en masa tan afamado platillo. Cabe mencionar que en ese entonces no disponía de un mapa de la ciudad (error grave, muuuuy grave…) pero si la lista de clientes potenciales con pedidos previos, y sus direcciones y teléfonos, por lo que comenzó la travesía. Por cierto, quien ya haya hecho una hamburguesada antes no me dejará mentir, que durante la repartición, vives innumerables situaciones de: “no esta”, “no me dijo nada”, “¡se me olvidó y acabo de comer!”, o cuantas variantes se puedan inventar, además del clásico de clásicos, nadie en casa, y en esta hamburguesada, tristemente no fue la excepción. También hay pedidos extras, cancelaciones, tardanzas, retrasos, deudas, compra de material para elaborar mas pedidos aun, y peor tantito, pedidos cancelados, pero no por el comprador, sino por el vendedor, ya sea por no poderse comunicar y no tener la dirección de entrega, o causas de fuerza mayor. Disculpas a todos los que les quedé mal ese día, saben que no fue con mala intención. Tras mucho tropezón, hambre y sed(irónico dado que estábamos rodeados de hamburguesas y sodas), y llamadas realizadas a los clientes, se llegó la hora de regresar a casa, para saborear el fruto del esfuerzo, y no me refiero al dinero recabado en las actividades del día, sino una deliciosa hamburguesa, que a pesar de haberse enfriado (y agradeciendo la existencia del horno de microondas), y la soda de haber llegado casi a la ebullición (nada que unos cuantos hielos no arreglaran), pude llegar a la conclusión de que tengo los mejores amigos, padres y hermanos del mundo, y una vez consumidos los alimentos, vino la repartición de las ganancias… Recuperé mi inversión, le pagué el préstamo a mi hermano, y le pagué la deuda a mis padres, incluso sobraron unos centavos y unas hamburguesas, así que puedo declarar que ese día fue muy bien aprovechado.

Pasando la hamburguesada infernal, las cosas regresaron a su ritmo, llego y se fue semana santa (y con ella muchas horas de trabajo para nuestro proyecto), vino la 2da parte del semestre, con cursos en Copreson, clases, trabajos, Vortex (otro titánico esfuerzo realizado por nuestra generación, donde en realidad mi apoyo fue considerablemente mínimo), un concurso de creatividad por ahí, y tras golpes y gritos, horas de desvelo, exceso de canas, un conejo fallecido y otros sucesos más, culminamos el último semestre de clases, y se puede decir que fue bastante exitoso.

Después de eso, las famosas residencias, y como todo buen ingeniero industrial, a enviar curriculum vitae a donde me gustaría hacerlas, y que mejor lugar en todo Hermosillo que la afamada Planta Ford de Estampado y Ensamble de Hermosillo (Ford HSAP para los que saben), donde por azares del destino, necesitaban urgentemente un practicante para Servicios Administrativos, en el área de Recursos Humanos, pues ahí te voy, y que experiencia, considero que esos 7 meses que pasé en la Ford, como unos de los mas productivos de mi vida, aprendí a relacionarme en un ambiente laboral, disfruté mi tiempo trabajado, me quedé horas extras de las debidas, y quiero pensar, gané amigos entre tanta actividad.

Durante ese tiempo, llegó la fase Regional del concurso de creatividad, y ahí vamos hacia Hidalgo del Parral, Chihuahua, 2 camiones llenos de alumnos del ITH, por supuesto que tenía que pasar una pequeña aventura apenas saliendo, ya que ni a 40 km de la caseta, que se nos muere el camión, y no fue sino hasta 3 horas mas tarde, que vinieron a rescatarnos, en un autobús de renta, o que tal el vergonzoso momento en Chihuahua, Chih. donde el chofer no pudo meter la reversa al camión, y a ser impulsado ya no por caballos de fuerza, sino por venados, para dejar de tapar una de las principales vialidades de dicha capital. y poder llegar a nuestro objetivo: “Dennis”. Una vez bien alimentados y descansados, partimos nuevamente hacia nuestro destino, en donde llegaríamos ya sin mas contratiempos, para pasar unos ajetreados y satisfactorios días en el IT Parral, hasta obtener nuevamente el 1er lugar en nuestra categoría… ¡Nacional, ahí te vamos!

Claro que mientras disfrutábamos de Hidalgo del Parral, el mundo no podía quedarse quieto, y que se suelta la peor crisis financiera en los últimos 100 años (crap!), y al volver a la Planta Ford, recibiendo cajas de chamarras, contando cajas de sudaderas, acomodando todo un alboroto, las noticias del momento, toda la papelería de la planta ahora estaba restringida (double crap!), pero acá en Hermosillo, comenzaba el nacimiento de un nuevo proyecto…

A ver si en un par de meses continuo con esta pequeña historia, ya que ahorita ya me canse de pensar en todo esto y mucho menos tengo ganas de andar redactando…